¿Cuántas veces has soñado con una vida diferente de la que tienes?
Soñar es bueno a veces, porque nos permite imaginar aquello que todavía no ha sido creado, o no hemos experimentado en nuestra vida. Nos permite ver, escuchar, y en ocasiones hasta sentir aquello que anhelamos.
Pero existe un ligero inconveniente en aferrarse demasiado a nuestros sueños, y es perderse el presente, esas pequeñas cosas maravillosas que suceden en nuestra vida.
De hecho, he podido comprobar en mi vida muchas veces que cuando pongo mi atención consciente en lo que ya tengo, y me siento verdaderamente agradecido por ello, en la forma en la que lo tengo, la vida me da más y más.
Y eso es algo que poco a poco me hace sentirme cada vez más afortunado, y me hace sentir la humildad de comprender el maravilloso orden oculto que hay detrás de todo lo que vemos.
Sé que te gusta soñar, y a mí también, y no vamos a dejar de hacerlo nunca. Pero es posible soñar en lo que queremos, como buenos creadores que somos, y al mismo tiempo estar aquí y ahora, presentes, enraizados en la tierra. Y es así como más crecemos.
Y es que cuando sientes ese placer por disfrutar las pequeñas cosas, te llevas en tu corazón un pedacito de cielo.
Un afectuoso saludo,
Manuel Requena