Mi experiencia con la miopía
¡Hola!
Hoy quiero contarte cómo uno de los mensajes de mi cuerpo me permitió encontrar una respuesta que ha sido importante para mi camino, pues me ayudó a tomar decisiones en un momento difícil.
Antes de continuar con la historia quiero contarte que llevo ya varios años escuchando el mensaje que me da la miopía, pues es un mensaje que aparece de vez en cuando debido a mis miedos, y normalmente lo resuelvo en unas pocas horas.
Si has leído mi libro, sabrás que la miopía hace referencia a un miedo respecto del futuro que no queremos ver o afrontar. En mi caso, normalmente aparece en el ojo izquierdo, y eso significa que me da miedo verme a mí mismo en el futuro de determinada forma. A continuación, te dejo el vídeo donde te explico el significado del síntoma de forma sencilla:
Normalmente me doy cuenta de que he perdido un poco de visión en el ojo izquierdo mientras estoy paseando, y después empiezo a revisar qué miedo puedo tener respecto del futuro, o qué situaciones me hacen temer por lo que podría pasar.
Entonces, reviso las razones de mis miedos y comienzo a afirmar dentro de mi mente que estoy abierto a afrontar mis miedos, y que seré capaz de hacer lo necesario en el futuro cuando llegue el momento.
Después de hacer ese proceso durante un tiempo, enfocándome en cambiar mis creencias, el síntoma va desapareciendo y normalmente se va en pocas horas.
En el caso que te quiero contar hoy, no sucedió así.
Esta vez no “veía” el significado del síntoma 😉
Todo comenzó después de mi vuelta del viaje que hice a Perú para escribir mi libro.
Llevaba algunos meses en Madrid, viviendo en la casa familiar, cuando tuve que afrontar una situación que para mí fue complicada: el juicio por los detalles en la separación con la madre de mi hijo y mi relación legal con él.
Llevaba ya algún tiempo sintiendo que mi camino y el de mi hijo tenían que separarse, pero todo ese tiempo tuve muchísimas dudas de si eso era lo correcto.
En ese momento yo no lo sabía, pero ese tema estaba directamente relacionado con el problema de miopía que apareció en mi ojo izquierdo en esas fechas.
Lo noté un día paseando, como de costumbre, pero durante la semana siguiente estuve revisando una y otra vez mis miedos y creencias, y no encontraba la causa, ni disminuía el síntoma. De hecho, llegó un momento en el que se hacía bastante molesto para mí disfrutar de mis paseos al aire libre, pues me molestaba bastante la diferencia de visión entre mis dos ojos, ya que yo siempre he conseguido ver con gran claridad.
Luego entendería que esa molestia en mis paseos me indicaba que mis creencias y miedos no me permitían disfrutar de mi paz, mis descansos y mi tiempo libre, por exceso de responsabilidad autoimpuesta.
Por primera vez llevaba más de dos meses con ese síntoma y no conseguía encontrar la respuesta (debido a que me costaba mucho aceptar y reconocer una parte de mí), pero seguí pidiendo ayuda y guía a mí Ser y un buen día, después de irme a dormir pidiendo pistas sobre el tema, tuve un sueño que me dió la información que necesitaba, aunque luego olvidé el sueño rápidamente…
Por fin… ¡llegó la inspiración!
Me di cuenta de que aquello que tenía mucho miedo de ver de mí mismo en mi futuro era mi propio egoísmo. Me costaba aceptar que yo era también una persona egoísta y que tenía que cuidar de mí en ese momento para seguir adelante con mi vida, pues estaba realmente cansado, y llevaba casi toda mi vida pre-ocupándome de otras personas, sobre todo dentro de mi mente, aunque aparéntemente no hiciera nada por ellas.
Sentí que mi niño interior, esa parte de mí que había vivido tantas experiencias en muchas vidas, y no siempre las había vivido con amor, necesitaba toda mi atención y cariño. Y tuve que reconocer que no podía cuidar de mi hijo, porque me sentía como un bebé triste, cansado y necesitado de amor. Y un bebé no puede cuidar a otro, ¿verdad?
Cómo se acercaba la fecha del juicio, tuve que decidir si quería pedir ciertas visitas para ver a mi hijo, o si renunciaba ellas para seguir mi camino, y me di cuenta con claridad que la respuesta que mi corazón me pedía era dejar libre a mi hijo y a su madre, consiguiendo así ser libre yo también. Renuncié a las visitas, acepté el acuerdo que propusieron los abogados y confié en que todo saldría bien.
En cuanto comencé a aceptar esa decisión, mi ojo empezó a mejorar, y poco a poco pude ver que esa era la decisión correcta, aunque me costaba mucho admitirlo.
El proceso de integración del mensaje
Después de eso tuve varias ocasiones para reflexionar y volví a dudar de lo que había hecho muchas veces durante las semanas que siguieron, pero una y otra vez, cada vez que dudaba, volvía a aparecer el síntoma para recordarme que no tuviera miedo a verme de esa forma en mi futuro, que confiara en que todo era por una buena razón y que mi corazón estaba en lo cierto.
Siguieron pasando los meses y tuve que afrontar estos miedos una y otra vez, cada vez que tenía noticias de ellos, o cuando alguna conversación con alguien sobre mi hijo activaba mis dudas. Pero el síntoma siempre aparecía para decirme: tranquilo, todo está bien, puedes permitirte ser egoísta ahora mismo y cuidar de ti, todo irá bien. Cada vez que lo recordaba, la miopía desaparecía en pocas horas. Una y otra vez.
Finalmente acepte mi decisión y confié en que me llevaría por el mejor camino, aceptando incluso todas las posibles consecuencias que de ella devinieran, cómo podía ser tener conflictos con la madre de mi hijo, que él de mayor estuviera enfadado conmigo por las decisiones que había tomado, tener problemas legales, y todos los miedos que surgían en mi mente.
Cada vez que creía que mi decisión era incorrecta y tenía dudas, me reafirmaba mediante las frases que había creado a partir del síntoma, y después la vida me mostraba que estaba en lo correcto, a través de pequeños detalles: la relación con la madre de mi hijo, que fue mejorando cada día más, y un entorno en el que cada vez estaba más a gusto (me mudé a una nueva casa, y decidí cuidarme totalmente, llegando a sentirme en paz y amado por mí mismo y por la vida), descansando y viviendo como necesitaba en ese momento para estar bien.
Aún quedaba una decisión difícil por tomar
Parecía que ya estaba todo resuelto en mi interior, pues “solo” tenía que recordarme una y otra vez mi verdad, para estar en paz. Hasta que surgió el tema de mi acuerdo económico y mi obligación legal de dar una pensión a mi hijo.
En ese momento volví a cuestionar mi camino, y a pesar de que no estaba económicamente sobrado, me planteé la opción de dar con amor lo que había acordado.
Sin embargo, volvieron síntomas y circunstancias a decirme que esa no era mi verdad, y que en el fondo yo no quería dar eso, pues no lo habría hecho con amor y alegría. Me costó reconocerlo de nuevo, pero yo estaba bien sin él, y no sentía que él me necesitara, pues en mi interior sentía que él estaba bien.
Y finalmente pude tomar la decisión que sentía en mi corazón que era la correcta, que fue renunciar, no solo a las visitas, sino al cuidado de mi hijo a todos los efectos, pues sentí que la misión más importante que tenía que hacer por él era traerle a este mundo, y supe en mi corazón que eso era suficiente. Aún así, esa ha sido una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar en mi vida, te lo aseguro.
Pero sé que mi cuerpo siempre me dice la verdad de mi alma en cada momento. Siempre. Y sé que todos somos Uno, y que allá donde mis manos no están, siempre hay amor disponible.
Vemos el amor que podemos ver en cada momento
Supongo que este texto removerá muchas conciencias y quizás te haga dudar de si he hecho lo “correcto” como padre, cosa que entiendo porque yo he dudado de mí muchas veces. Pero puedo decirte que el síntoma no ha vuelto a aparecer y mi corazón sigue diciendo que he tomado la decisión correcta, pues he tenido pequeñas señales que me han confirmado que todo estaba bien así, que las demás personas implicadas estaban bien y que todo esto iba a servir para que todos creciéramos más en el amor.
Desde hace ya muchos años, siempre que tomo una decisión intento que sea en el nombre del amor más grande según yo lo entiendo, y de forma que cause el mayor beneficio para todas las personas implicadas, para mí y para el resto del universo, y desde ese momento lo que sucede es algo que dejó en manos del Creador.
Espero que te sirva para entender cómo utilizo los mensajes de mi cuerpo para tomar decisiones, y que te ayude a tener claridad para seguir el camino de tu corazón.
Un abrazo fuerte,
Manuel
Hola Manuel:
Gracias por compartir tu experiencia me fue de gran ayuda; yo tengo miopia en los dos ojos desde los 13 años aproximadamente; voy a revisar nuevamente mis miedos al futuro ya que por uno u otro motivo no alcanzo a “ver” el origen de mi problema.
Hola Manuel, las preguntas son para vos y también para la inspiración de quien lea…y si, mi visión mejoró al poco tiempo de sacarme los anteojos, incluso antes de comenzar a hacer reeducación de la mirada y prácticas de conciencia corporal. Se me despertó mucho la intuición y la consciencia que tengo de mis ojosd es diferente ahora. Los cambios que he notado van mucho más allá de la visión. Se que hay cosas que no puedo hascer sin los anteojos, como manejar un automovil, al menos no por el momento. Peor hoy por hoy, si los uso, uso unos que tiene el aumento que tenia a los 9 años aprox. Siempre pienso, que si usé los anteojos durante 23 años, y siendo que hace solo 2 años me los empecé a sacar…no se que pasará con el tiempo. Como los cambios van mucho más allá de la mejora de la visión, siento una aventura cotidiana profundamente sanadora. Pero como vos decís, cada caso es muy complejo…pero cada vez que hablo de este tema, desde lo personal, se despiertan resonancias en otrxs. Gracias por compartir, abrir el tema y habilitar el espacio para compartir experiencias, eso es lo más valioso para mí.
Hola de nuevo, Guillermina:
Gracias por compartir lo que sientes, creo que es bonito inspirar a otros con nuestro ejemplo, cuando vemos las cosas algo diferentes.
Yo también creo, como habrás visto si sigues mis escritos, que todo aquello que nos sucede nos lleva a conectar con la unidad de todas las cosas, y concretamente creo que los síntomas físicos son puertas hacia ese reconocimiento de nuestro Ser.
Me alegra que tu proceso te haya llevado a conocer experiencias profundas y a ver la vida cada vez más como una aventura.
En mi opinión, si observas qué partes de tu futuro te dan miedo aún, y aprendes a mirarlas y mirarte con amor en ellas, tu vista irá mejorando hasta poder ver claramente, reflejando que ves claramente tu ser (hasta que venga el siguiente reto, al menos 😉 )
Te mando un abrazo grande, y te animo a seguir compartiendo tus avances en este área tan apasionante.
¡Hasta pronto!
Manuel
Hola manuel, buscando informacion sobre la miopia que no sean informes médicos, me encontré con tu experiecia. Después de leer tu historia, quisiera contarte la mia, brevemente, y tambien dejarte algunaa preguntas que traigo conmigo.
Me diagnosticaron miopia a los 6 años, tenia que ir a la escuela, bajo las mismas condiciones que todos los niños de mi edad y el primer problema fue que no podia leer y copiar de la pizarra. Inmediatamente, me dijeron que mis ojos no estaban bien, que tenia una enfermedad y para ver “bien” tenia que usar antiojos y asi poder entrar en el grupo de niños con vision “normal”. A lo largo de los años mi condicion miope llego hasta las -6 y 7 dioptrias, como me lo habian pronostocado. Creci incorporando los anteojos, a tal punto que ya no me reconocia sin ellos, me llene de inseguridades, no podia hacer practicamente nada sin ellos. Hace 3 años visite a mi oftalmologo y me informo que el proceso “degenerativo” ya se habia detenido y que podia empezar a pensar en operarme.
Creo que en ese momento algo hizo un clic adentro mio, algo cambio. Fueron sucediendo a partir de esto una serie de acontecimientos que fueron haciendo tomar conciencia y desde mi corazon empezo a latir una profunda certeza…no estoy enferma y la “condicion miope” como empece a llamarla, me estaba dando la oportunidad de sacarme los anteojos/protesis/o tecnologias de la normalizacion, que me ayudaron a sobrevivir. La estapa de supervivencia ya habia pasado, era hora de ver el mundo con mis propios ojos. Varios meses despues de eso, un dia de la nada al bajarme de una moto, los anteojos, cuyos tornillos se habian aflojado por la vibracion, se me calleron de la cara. Fue alli cuando tuve la segunda contundecia, “es momento de soltarlos”. Desde ese momento reduci considerablemente el tiempo de uso, solo para leer, ver pantallas o situaciones que realmente lo ameritaban. Fui de a poco perdirndo miedos, cambioi relacion con todo absolutamente,pero sobre todo, empece a darme cuenta que mis ojos y mi vision estaban cambiando y que mi “condicion miope” me daba la opoetunidad de ver cosas que las personas de vision “normal” no ven. No tuve los terribles dolores de cabeza y padecimientos terribles que me algunos me habian vaticinado y por el contrario, esa “otra vision” y la nueva conciencia que tenia sobre mis ojos iba en aumento. Hubo y siguen habiendo muchos desafios cotidianos pero de fondo siempre esta la posibilidad de autoconocimiento, la posibilidad de explorar los mundos fuera de lo normal o lo “saludable”. Consulte y lleve mi cuestion a espacios terapeuticos y de sancion buscando profundizar y en la mayoria de los casos, fui otra vez catalogada de enferma, patologica. Incluso desde perspectivas mas holisticas seguian hablandome otra vez de sintomas y traumas qie si bien, me ayudaron a sanar, yo intuia desde mi corazon que habia algo mas. En el camino esa intuicion me acerco a la maravillosa experiencia de una sesion de Reconexion cuantica del ser. Fue durante ese viaje a la reconexion con mi proposito que pude recordar en gran parte de donde venia esa certeza,y entender que desde muy temprana edad para poder “adaptarme y sobrevivir” al mundo y al sistema, habia negado mi condicion diferente y me habia escondido detras de los anteojos, mirando a traves de los cristales de esa realidad “normalizada” para mi “correcto” “desarrollo” y sobre todo para mi comodidad. Entonces….cuales so n los parametros desde los cuales concevimos la salud y la enfermedad? Es posible que desde tu corazon y tu alma emerja la certeza de que no estas enferma, cuando una gran mayoria a tu al rededor, los medicos, y muchos terapeutas te dicen lo contrario? Sera que la miopia es algo que tenemos que intentar erradicar o buscar eternamente la cura en todos los casos, o sera que a veces es una oportunidad de reconocernos como esa parte del todo que la mayoria niega e ignora? Esa condicion que es incomoda, que no nos atrevemos a experimentar porque es mas facil ponerse los anteojos, hacerse una cirujia laser. Quizas sea necesario integrar diferentes perspectivas y ampliar la vision hacia nuevos lugares.
Hola Guillermina,
Muchas gracias por compartir tu experiencia, y por tus reflexiones del final.
No sé muy bien si tus preguntas son para mí o las lanzas al aire, como inspiración para otros.
Yo te puedo decir mi opinión, que es que la enfermedad es una guía que nos ofrece el alma para ver partes de nosotros que aún no conocemos, incluido esa visión de unidad que mencionas.
Lo que te puedo decir respecto de tu caso, es que no creo necesario mantener un síntoma, salvo que se vea una utilidad basada en el Amor en ello.
Entiendo que si resuelves tus miedos al futuro y afrontas tu vida sin anteojos,
O bien la visión debería ir mejorando, o quizás la vida te ofrece la oportunidad de sanar de forma directa a través de una operación, toda vez que tu ya has integrado el mensaje que te daba la miopía.
Es complejo y cada caso es un mundo.
Lo que me encantaría saber es si has notado o al revisarte después de un tiempo has observado que tu visión mejoraba, tras tu decisión de no saberte enferma, pues indicaría que has avanzado en el camino que yo propongo, si me lo compartes sería genial.
Si tienes alguna otra pregunta más concreta, no dudes en escribirme.
Un abrazo,
Manuel
Hola Manuel,
Mi parpado izquierdo no deja de brincar, y hay veces que hasta me duele todo alredor del ojo en la sien y la mejilla, ya llevo como dos semanas asi. La verdad es que mi vida no esta como yo quiero y comprendo como funciona el efecto de las emociones; solo que ahora deveras me siento muy trizte y siento que me vendria bien el consejo de alguie bien versado en el asunto.
De antemano mil Gracias.
Hola Rey,
Entiendo tu situación y siento que sufras así, espero poder ayudarte.
Los tics nerviosos nos hablan de que controlamos demasiado alguna parte de nosotros, y en el ojo izquierdo te indica que no quieres ver partes de ti mismo, o que te obligas a permanecer alerta sin “cerrar los ojos” porque temes partes de ti mismo.
Permítete mirarte con más amor y compasión, relajándote y confiando en que eres amor y todo es amor, expresando lo que sientes al mismo tiempo a las personas adecuadas. Verás que no pasa nada por estar triste, solo son partes de ti que necesitan ser abrazadas.
Te recomiendo que eches un vistazo a mi libro, donde podrás ver ese y otros muchos síntomas, o que pruebes las sesiones conmigo, donde podrás trabajar en profundidad las causas del problema.
Un abrazo fuerte,
Manuel
Hemos crecido con tantos precondicionameintos aprendidos que es un trabajo continuo el dejar las creencias atrás. ¡Me impacta tu claridad! ¡Gracias por compartir! En cuanto a ti, tomaste la decisión correcta por la razón adecuada. Eso es admirable.
Hola Adriana,
Muchas gracias por tu apoyo 🙂
Solo trato de escuchar la verdad de mi corazón, y no siempre es fácil, por eso elegí compartir mi proceso, por si podía servir de inspiración a otras personas.
Te mando un fuerte abrazo,
Manuel
HOLA
MANUEL
FElICITACIONES POR TU SINCERIDAD EN EL COMENTARIO QUE HACES A CERCA DEL OJO.
TE DESEO ÉXITOS EN LA VIDA.
SALUDOS,
NORMA LIMA-PERU
Hola Norma!
Muchas gracias por tus palabras, espero que te vaya muy bien, siempre me gusta escuchar tus mensajes.
Un abrazo,
Manuel
Muchas gracias!
Ahí está la clave, no se identificar claramente que es eso que no quiero ver con amor.
Seguiré en ello.
Ahora tengo previsto un viaje.
A mí vuelta quizá contacte contigo para una sesión telematica.
Gracias de nuevo.
Muy bien, Cristina. Espero que lo encuentres, y si te apetece a tu vuelta, hablamos.
Un abrazo,
Manuel
Hola Manuel, ya sabes que te sigo y, aunque tengo tu libro que es uno de mis libros de cabecera, me gusta compartir contigo y escucharte desde la experiencia que ya tienes con esto de los síntomas. Al hablar de la vista, me viene al pelo, últimamente no consigo leer tanto tiempo como solía, se me nublan las letras y o uso gafas o se me cansan mucho los ojos. Los dos. Además a menudo cuando hay contraste de luz, una marchita negra recorre mi campo de visión y desaparece, unida a rayitas negras muy finas, en el ojo izquierdo.
Me gustaría conocer tu opinión. Gracias!
Hola Cristina,
Si miras en el libro vista cansada, verás que tiene relación con una dificultad para ver o afrontar algo que está cerca de ti, alguna situación cercana. Trata de ver cuándo empezó, y verás que en esa época hubo una situación en tu entorno que dejaste de querer ver, por miedo a afrontar algo que te preocupa.
La manchita es una indicación de que no quieres ver ciertas partes oscuras de ti, por creer que no tienen luz y que no deberían estar ahí, así que te animo a que busques qué te da miedo ver, y lo mires con los ojos del amor.
Si quiere podemos verlo en sesiones, para que te lleves un mensaje más específico.
Un abrazo fuerte,
Manuel