Dolor lumbar

¿Qué crees que te falta o que puedes perder?


Cuando te duele la parte baja de la espalda, es decir, la zona lumbar (cintura), significa que tienes miedo de carecer de algo, ya sea a nivel afectivo o material, y también significa que te cuesta admitir que lo necesitas, pedirlo y recibirlo.

Cuando sientas ese dolor, comprueba si es en el lado derecho (material, físico) o el izquierdo (emocional, afectivo), y verás en qué área de tu vida sientes que te puede faltar algo, o no sientes que la vida te va a sostener, por falta de confianza o fe.

A continuación te dejo el fragmento de mi libro con los cinco pasos de la técnica ATS (Acción Transformadora desde el Síntoma) sobre los problemas lumbares:

ESPALDA: ZONA LUMBAR (Problemas, dolor y lumbago)

La zona lumbar comprende la parte de la espalda que está en la cintura, entre el sacro y la zona dorsal. El significado de los problemas de espalda se refiere a la columna vertebral y a los músculos de esa zona. La lumbalgia tiene el mismo significado que el dolor lumbar, y el lumbago se especifica dentro del síntoma, en este mismo apartado.

1. SIGNIFICADO:

Lo más importante:

Cuando te duele la zona lumbar (cintura), significa que tienes miedo de carecer de algo, ya sea a nivel afectivo o material, y también significa que te cuesta admitir que lo necesitas, pedirlo y recibirlo.

Añade el significado del lado afectado, DERECHO o IZQUIERDO (p. 54), para saber en qué área de tu vida debes buscar el mensaje.

Puedes consultar también el significado de: CIÁTICA.

Tu verdadero deseo:

Deseas permitirte pedir lo que necesitas, recibirlo con amor y gratitud, y aprender cada día a confiar más en la vida.

Significado en detalle:

Siendo la columna el sostén del cuerpo, el dolor en la zona lumbar te indica que no te sientes sostenid@, que crees que la vida no te sostiene, bien en lo emocional o afectivo (lado izquierdo), o bien en lo material o físico (lado derecho). Puede que tengas miedo de que te falte algo en un futuro próximo, o que sientas que ahora mismo no tienes lo que necesitas.

El dolor lumbar también te indica que crees que no es bueno pedir ni necesitar y que crees que no mereces recibir, o que no es “espiritual” o “correcto”, lo cual te impide disfrutar de los regalos que te da la vida.

Es posible que seas una persona que lo hace todo por sí misma porque crees que nadie te ayuda, o que creas que tú puedes con todo, pero no te das cuenta de que todos necesitamos pedir ayuda de vez en cuando, y que al pensar así te cargas demasiado, lo cual se traduce en tu dolor de espalda.

Si te duele al inclinarte hacia delante, significa que te sientes culpable de doblegarte o ceder, pero que eso es lo que realmente quieres, ser más flexible. Si, en cambio, te duele al levantarte, deseas “plantarte” y mostrar quien eres, respetar tu dignidad y afirmarte.

Si sufres de LUMBAGO entonces sientes ira y culpa porque crees que no puedes hacer frente a todas tus responsabilidades materiales y afectivas. Debes soltar esas responsabilidades, permitirte ceder y dejar que otros te ayuden, confiando en que la vida te cuida, y en que cuida de todos tus seres queridos también.

Es bueno que te permitas pedir más, y que comprendas que es perfectamente normal tener necesidades humanas y tener miedo, para así poder superarlo y crecer en el amor. Cuando pidas, trata de entender que los demás pueden darte o no darte lo que pides, pero que eso no significa que no debas pedir, simplemente acepta su respuesta con amor y sigue pidiendo, ya sea al Creador, a otras personas, al Universo o a quien sientas, confiando en que la ayuda que necesitas llegará.

Date cuenta de que tus miedos irán desapareciendo si los reconoces y los abrazas con tu amor. Debes confiar en que la vida siempre te sostiene, y en que siempre eres dign@ de amor. Tu dolor lumbar te recuerda que tengas fe y que confíes en la vida.

2. INVESTIGACIÓN:

Viaja con tu mente al momento en que apareció el síntoma, ayúdate de las preguntas generales (p. 73) y añade las siguientes:

  • ¿Qué es lo que realmente necesitas, que te da miedo o vergüenza pedir porque crees que no está bien necesitar?
  • ¿Qué tienes miedo de perder o de que no llegue a tu vida, desde poco antes de que comenzara el dolor?
  • ¿En qué áreas te esfuerzas mucho por hacerlo todo, sin pedir la ayuda o la atención que necesitas?
  • ¿En qué situaciones no confías en que la vida te sostiene y te protege?
  • Lumbago: ¿Qué responsabilidades materiales excesivas has adquirido hacia alguien, sin permitirte pedir ayuda?

3. CREENCIAS (erróneas):

Busca las creencias limitantes (normalmente inconscientes) con las que más te identificas, o encuentra en ti algunas similares:

  • “Me siento insegur@ porque creo que me puede faltar _____ (lo que necesitas), pero no debo pedir ayuda, debo resolverlo todo por mí mism@”.
  • Lado derecho: “Creo que voy a carecer de algo material o físico en el futuro y tengo miedo, pero prefiero que nadie lo sepa, son mis problemas y debo resolverlos yo”.
  • Lado izquierdo: “Me da miedo perder el afecto de mi pareja, pero me da más miedo pedírselo o preguntarle si me quiere”.
  • “Me preocupa no tener lo suficiente para vivir bien y sentir seguridad, pero me siento culpable si pido lo que necesito a otras personas o a la vida”.
  • “No debo pedir dinero, cariño, sexo o lo que necesite, porque debería valerme por mí mism@ y no necesitar nada”.
  • “Tengo miedo de que, si expreso lo que siento y necesito, no me comprendan y la carga se vuelva más pesada”.
  • “Creo que nadie me ayuda, y me cuesta mucho pedir la ayuda que necesito, no está bien pedir”.
  • “No es espiritual necesitar cosas, personas o afecto”.
  • “La vida no me cuida, no existe el amor, no hay un Dios de amor que cuida de todos, y tengo miedo de estar sol@”.

Lumbago:

  • “No puedo pedir ayuda material, debo cuidar yo de los demás y debo hacerlo yo sol@, tengo responsabilidades”.
  • “Tengo que valerme por mí mism@ y tengo que hacerlo a mi manera, y debo cuidar de otros porque yo he sufrido y no quiero que otros sufran”.

4. MENSAJES:

Para cambiar tus creencias puedes usar las siguientes afirmaciones, y te invito a crear las tuyas usando el método general (p. 82):

  • “Me permito necesitar _____ (dinero, afecto, una pareja, un trabajo que me gusta, ahorros para mi seguridad, etc.), y me permito pedirlo y recibirlo”.
  • “Pido lo que necesito, y acepto con amor la respuesta que me dan”.
  • “Siempre estoy acompañad@ en esta aventura de la vida, y elijo dejarme ayudar por mis compañeros de viaje”.
  • “Aprendo cada día más a confiar en que la vida me protege y me sostiene, y en que me da todo aquello que necesito y lo que es mejor para mí en cada momento”.
  • “Pedir a otros es bueno porque les ayuda a amar y a aprender a dar; y, si no desean dar, les ayuda a poner límites”.
  • “Me permito mostrar a los demás mis necesidades y mi vulnerabilidad, y veo que eso me hace fuerte y valiente por atreverme a hacerlo”.
  • “Elijo expresar mis necesidades y mis deseos a otras personas, y acepto que no todos lo entiendan ni me lo den todo, soy capaz de comprender a otros con amor”.
  • “La vida me sostiene siempre, hay un maravilloso plan detrás de todo lo que veo, y elijo confiar en que todo va a salir bien”.
  • “Elijo confiar en Dios y en la vida”.

Lumbago:

  • “Me permito pedir la ayuda material que necesito, y la recibo con amor porque me la merezco”.
  • “Elijo dejarme ayudar por otras personas, y me suelto dejando libres a los demás, pues todos somos cuidados por la vida”.

5. ACCIONES:

  • Repite los mensajes de tu cuerpo todos los días.
  • Repite el mensaje: “Me permito necesitar…”, con cada cosa que necesites, todas las veces necesarias hasta que el dolor desaparezca.
  • Habla con otras personas de tus necesidades, y empieza a pedir lo que necesitas, tanto a las personas como a la vida, a Dios o a quien sientas que te puede escuchar. Verás que las respuestas van llegando en forma de sincronicidades.
  • Aprende a confiar más en la vida, a dar pasos ante lo desconocido, a sentir que siempre se te da lo necesario, pase lo que pase, y, después de confiar, comprueba que todo acaba saliendo siempre bien, de una forma u otra. La vida te quiere, ¡confía!
  • Investiga más posibles mensajes y… ¡ámate!

Ahora ya sabes… ¡a pedir y recibir! 🙂

Espero que te haya servido y que ahora tengas una idea más clara del mensaje que te está dando tu cuerpo.

Puedes ver tanto este síntoma como otros muchos en mi libro “Aprende a interpretar con amor los mensajes de tu cuerpo“, haz click en el titulo del libro o en ESTE ENLACE para saber más sobre él o conseguir tu versión en papel o ebook.

Un abrazo fuerte,

Manuel Requena

Sobre el autor: