PAISAJE

Hay veces que la vida es luminosa, clara, con brillo, y hay veces que la vida parece ser confusa, oscura, gris, y no sabemos qué nos pasa.

Hoy es mi cumpleaños, y está siendo un cumpleaños extraño. 33 años.

Escribo después de un maravilloso taller hablando sobre el origen del universo el pasado sábado, y después parece que la vida ha llegado en mí a un punto de saturación.

Recuerdo otros momentos este año, en los que he estado bien, contento, energético, creativo, amoroso.

Y otros también en los que ha habido pruebas, dificultades, retos a superar.

Ahora parece que mi vida tiene un nuevo reto, y siento la energía bloqueada, probablemente por mis miedos, y me veo pidiendo claridad, pidiendo luz.

Supongo que no siempre es fácil vivir en la Tierra, con tanta densidad, con tanta mente rodeando todo.

Sin embargo, he recibido hoy muchas muestras de afecto, y me alegra sentirme acompañado en mi camino.

Hoy, hablando con mi hermana Elisa, me he acordado que hay una parte muy curiosa de la teoría de la relatividad, que dice que la luz siempre se mueve a la misma velocidad, INDEPENDIENTEMENTE  del sistema de referencia.

Eso significa que si tú viajas a 290.000Km/s (casi la velocidad de la luz), y enciendes una linterna, la luz parece que debería viajar a casi a tu velocidad, delante de ti, pero no es así. Se alejará de ti a 300.000Km/s.

Y eso significa una cosa muy importante: La luz es siempre constante.

Todo lo demás se contrae y se expande a su alrededor, pero la luz siempre permanece constante.

Tan constante, que si fueras un fotón de luz, todo el resto del universo lo verías congelado.

Y eso me ha hecho recordar que en el fondo, todo es luz, todo es amor, y que seguramente ahora no veo la luz porque estoy poniendo demasiada atención en la ilusión de la “realidad”.

Pero en el fondo sé que todo es luz. Que la luz está siempre ahí, para ti, para mí.

Porque sé que en el Universo, lo único constante es la Luz.

Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.

Un afectuoso saludo,

Manuel Requena

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