Aaron Quo Dialogues

(Extracto de: The Aaron-Q’uo Dialogues – Rueckert-Brodsky – TraducciĆ³n: Manuel Requena)

Copyright Ā© 2005 L/L Research

Enlace: http://www.llresearch.org/transcripts/issues/1991/1991_0228_2.aspx

Carla:

Siempre he tenido la energĆ­a fĆ­sica y emocional baja. ĀæQuĆ© necesito aprender y cĆ³mo puedo trabajar para sanar eso en mĆ­ misma y prestar un mejor servicio? Me da rabia no poder hacer todo aquello que deseo hacer. Y entonces me siento culpable porque siento rabia. Ā”Ayuda!

 

Aaron:

Percibo una cantidad normal de energĆ­a dentro de ti, pero estĆ” parcialmente bloqueada por debajo del chakra del corazĆ³n por la ira, por lo que el flujo de energĆ­a estĆ” restringido. AsĆ­ que hablemos de la ira.

Existe el malentendido de asumir que uno tiene sĆ³lo dos opciones para hacer frente a la ira, o cualquier emociĆ³n fuerte: la de expresarla y hablar de ella, o la de suprimirla.

Hay una tercera opciĆ³n, y es simplemente ser consciente de ella.

Cuando eres consciente de algo de forma tranquila y lo tocas con tu dulzura, muy a menudo ese algo se disuelve. Simplemente ya no tiene la misma solidez, la misma influencia sobre ti.

No es necesario manifestar tu ira, expresarla verbalmente o mediante prĆ”cticas como tirar almohadas. Esta prĆ”ctica, en cierto modo, aumenta la ira. SĆ­ que permite al ser reconocerla, y para algunos seres que tienen una gran cantidad de problemas para reconocerla, puede usarse como un primer paso Ćŗtil. Yo prefiero simplemente tratarlo como se trata a un dedo gordo del pie aplastado.

ĀæQuieres hacer un experimento aquĆ­ conmigo?

ImagĆ­nate sentada en lo alto de una montaƱa. Es un hermoso dĆ­a. Hay una visiĆ³n clara. El sol brilla con una preciosa calidez, como un manto caliente sobre tus hombros, y una brisa fresca toca tu cara. A lo lejos se ve una nube, y entonces te das la vuelta dĆ”ndole la espalda a ella y vuelves a disfrutar de la vista. La nube se acerca, pero eres totalmente inconsciente de su presencia, hasta que de repente aparece sobre la parte superior de la cima de la montaƱa, encerrĆ”ndote por completo dentro de ella, ocultando el Sol. No puedes ver tus manos a 15 cm frente a tu rostro. El aire se siente frĆ­o y hĆŗmedo. Hay una sensaciĆ³n de pĆ”nico, y piensas, “ĀæCĆ³mo voy a encontrar el camino para llegar abajo?” Hay un sentimiento de ira, de querer que esta nube se vaya. ĀæPuedes sentir esa necesidad de alejarla, sentir lo difĆ­cil que es simplemente sentarse allĆ­ y dejar que estĆ© allĆ­? ĀæPuedes sentir lo fuerte que es la aversiĆ³n hacia ella?

Vuelve de nuevo a la cima soleada de la montaƱa y a la misma nube en la distancia. Disfruta de la vista y sĆ© consciente de la nube: “Hay una nube que viene… umm, parece que va a estar aquĆ­ en diez o quince minutos. Bueno, aquĆ­ viene… uno o dos minutos mĆ”s… Es una nube enorme, ciertamente, y parece muy densa. Creo que va a estar aquĆ­ durante media hora, tal vez incluso mĆ”s. Tal vez deberĆ­a ponerme la chaqueta… y aquĆ­ llega.” Y te encierra completamente de nuevo. Y de nuevo no puedes ver tus manos delante de tu rostro, y echas de menos el calor del sol y la vista, y de nuevo la sensaciĆ³n frĆ­a y hĆŗmeda. Pero la has visto venir y sabes cuĆ”nto tiempo va a estar allĆ­. ĀæPuedes ver lo mucho mĆ”s fĆ”cil que es simplemente sentarse con ella y permitir su presencia, ver que ya no hay una lucha contra ella?, es sĆ³lo una nube. ĀæPodĆ©is sentir la diferencia?

Tu ira es asĆ­. Se convierte en sĆ³lida cuando se lucha contra ella, cuando hay una sensaciĆ³n de que la necesitas o de que necesitas hacer que desaparezca o de que tienes que hacer algo especial con ella. Cuando puedes simplemente permitir que, siendo una nube, pase de largo y dejas de lado tu lucha contra ella, entonces no hay necesidad de reaccionar ante ella.

Ciertas condiciones provocan que aparezca la ira, te haces consciente de ella, y entonces se disuelve y desaparece. No es la ira lo que es un problema, es tu reacciĆ³n a la ira. Eso es lo que solidifica la ira.

Entonces, ĀæcĆ³mo puedes trabajar con esto? En verdad es sencillamente una habilidad que puede ser desarrollada, y tiene dos partes.

Una es ser consciente del surgimiento de la ira tan pronto como sea posible, cada vez que aparece, incluso comenzando a notar las situaciones que pueden provocar ira y diciendo: “ĀæMe pregunto si vendrĆ” la ira a continuaciĆ³n?”

Y el segundo es darte cuenta de tu reacciĆ³n a la ira, preguntando: “ĀæExiste algĆŗn juicio hacia ella? ĀæExiste odio hacia ella? O puedo simplemente sostenerla, sosteniĆ©ndome a mĆ­ misma en mis brazos, como harĆ­a mentalmente si tuviera un dedo gordo aplastado? ĀæPuedo responder a esta ira como me gustarĆ­a responder a un niƱo que viniera dentro de mĆ­ llorando y diciendo: ‘Un matĆ³n me empujĆ³ hacia abajo’?

ĀæLe dirĆ­a a ese niƱo: “Bueno, no te enfadesā€, o serĆ­a mĆ”s hĆ”bil si sostuviera a ese niƱo en mis brazos y le dijera: ā€œVeo lo enfadado que te sientes”, y le asegurara que sigue siendo amado a pesar de la ira, que la ira no tiene nada que ver con el hecho de ser amado, con la perfecciĆ³n de su alma”?

Es tan fĆ”cil para todos vosotros sentir compasiĆ³n por los demĆ”s, pero no por vosotros mismos. AsĆ­ que te pregunto, Āæpuedes comenzar a relacionarte con esta ira de una manera mĆ”s abierta y amorosa? No estoy sugiriendo aquĆ­ que es de seres hĆ”biles dar vueltas y vueltas a la ira, pero la ira aparece, al igual que las nubes se nos vienen encima. Mientras estĆ©s aquĆ­ en un cuerpo fĆ­sico, van a existir sentimientos.

Incluso el ser encarnado mĆ”s evolucionado en un cuerpo humano todavĆ­a tiene sentimientos, pero ya no tiene mĆ”s apego o aversiĆ³n a esos sentimientos. Ya no existe mĆ”s la necesidad de deshacerse de ellos o luchar contra ellos. Y es a travĆ©s de esa relajaciĆ³n en la lucha como uno encuentra un profundo estado de paz. La ira y el amor no son mutuamente excluyentes. Todo depende de cĆ³mo te relacionas con la ira.

En tĆ©rminos puramente prĆ”cticos, yo sugerirĆ­a que serĆ­a Ćŗtil jugar un juego con uno mismo para ayudar a relajarse y relacionarse con mĆ”s amor y mĆ”s abiertamente con la ira.

Lleva un cuaderno contigo, un pequeƱo bloc de notas, y durante un dĆ­a, o varios dĆ­as, como mĆ”s prĆ”ctico te parezca, cada vez que veas la ira aparecer simplemente marca una raya. SĆ© como un gato en una ratonera y piensa: “Ā”AjĆ”! AhĆ­ hay ira, la cogĆ­, la he visto esta vez. Me estoy volviendo cada vez mĆ”s rĆ”pido. La veo mĆ”s y mĆ”s rĆ”pido.ā€ Mira a ver si puedes iluminar un poco mĆ”s, “Ā”Oh, aquĆ­ estĆ” la ira!”.

La segunda cosa que me permito sugerir que podrĆ­a ser Ćŗtil es comenzar a observar el patrĆ³n de la forma en que te relacionas con tu ira, para empezar a tener en cuenta, cada vez que notas la ira surgir, esa pequeƱa voz que dice: “No deberĆ­a estar enfadada”, y preguntarle a la voz, “ĀæPor quĆ© no habrĆ­a de estarlo?”.

Hay una gran diferencia [entre] usar la ira como una razĆ³n para actuar torpemente contra otro, y simplemente sentir ira.

Sobre el autor:

Los mensajes de tu cuerpo: servicios
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