La responsabilidad cuando la vivimos sin amor

Dolor en la parte alta de la espalda

El dolor en la parte alta de la espalda te indica que te estás responsabilizando de la felicidad de otras personas, y que necesitas dejarlas más libres para que aprendan de sus decisiones y de sus experiencias.

No siempre es fácil distinguir cuándo queremos ayudar de corazón, y podemos hacerlo, de cuando nos estamos exigiendo algo fuera de nuestras capacidades y deseos, por creer que otra persona va a sufrir si no la ayudamos.

Te invito a reflexionar sobre si realmente puedes confiar en que esa persona, que temes que sufra, realmente está cuidada por la vida o no, aunque tú no estés para ella o no te preocupes de su felicidad.

La técnica ATS aplicada al síntoma

A continuación tienes un fragmento del libro “Aprende a interpretar con Amor los mensajes de tu cuerpo”, donde explico los 5 pasos de la técnica ATS (Acción Transformadora desde el Síntoma) para solucionar el dolor de espalda:

La zona dorsal es la parte alta de la espalda, que va desde la cintura hasta el cuello. El significado de los problemas de espalda se refiere a la columna vertebral y a los músculos de esa zona.

1. SIGNIFICADO:

Lo más importante:

Cuando te molesta o te duele la parte alta de la espalda (zona dorsal) significa que te responsabilizas de la felicidad de alguien o de varias personas, en ciertas situaciones de tu vida. Tu espalda te indica que te obligas a hacerte cargo del bienestar emocional de otras personas, y que te esfuerzas más allá de tus posibilidades, cuando esa no es tu misión.

Añade el significado del lado afectado, DERECHO o IZQUIERDO (p. 54), para saber en qué área de tu vida debes buscar el mensaje.

Tu verdadero deseo:

Deseas dejar la felicidad de otras personas en sus propias manos y responsabilizarte solo de tu propia felicidad. Quieres aprender a liberarte de lo que no es tuyo.

Significado en detalle:

Si tienes este síntoma, es muy posible que creas que debes salvar a alguien, o que debes hacer algo por los demás para demostrar que mereces ser amad@.

Puede que te sientas responsable de la felicidad de una o varias personas cercanas (tu pareja, tu familia, tus empleados, etc.) y que sientas que debes ayudarlas porque ves las cosas desde una perspectiva más elevada: sientes que tienes la obligación de hacer algo por tener la capacidad de ver más y de actuar.

Si aparece en el lado izquierdo, significa que te estás responsabilizando de una persona cercana (o de varias) con la que sientes un vínculo fuerte. Si aparece en el lado derecho, significa que te estás responsabilizando de alguien no tan cercano o de alguien por quien sientes amor universal (no personal).

También es posible que al hacer esperes mucho de los demás, porque crees que tu ayuda debería ser recompensada, y, cuando tus expectativas no se cumplen, te decepcionas. Te gusta hacer cosas por los demás, y te sientes amad@ cuando otros hacen algo por ti, pero tu dolor te indica que no siempre haces lo que realmente deseas en tu corazón.

Si te duele al respirar, te indica también que tienes miedo de sentir algo hacia alguien, por miedo a tener que responsabilizarte de esa persona (ver PULMONES).

Tu espalda te indica que lo que hagas por los demás debes hacerlo solo por placer, con amor y con alegría, sin sentir que es una carga, y sin esperar nada a cambio: únicamente por el placer de agradar.

El amor divino es tal que, cuando das por inspiración, te recargas de amor y sientes que recibes más de lo que das. Pero si llevas tiempo sin permitirte recibir amor, es posible que hayas decidido dar aunque no tengas fuerzas o energía, simplemente para conseguir que te quieran.

Tu cuerpo quiere que entiendas que no necesitas hacer nada para ser amad@: simplemente cree en tu amor y en que mereces amor, y haz solamente lo que tu corazón desea, sin importarte que otras personas te juzguen por ello, pues al hacerlo ellos están juzgando únicamente sus propias acciones, ya que todos somos espejos unos de otros.

Si crees que debes salvar a otras personas, sé consciente de que crees que los demás no tienen tus mismas capacidades para salir adelante, y que, consciente o inconscientemente, piensas que tú lo puedes hacer mejor por ellos, y eso en el fondo es una forma de orgullo espiritual.

Es como si una madre, por ser adulta y estar más preparada, hiciera todo por sus hijos, en lugar de dejarles equivocarse y tener sus propias experiencias. Como ves, no aprenderían nada.

Para liberarte del dolor de espalda, debes entender que las otras personas han elegido sus propios retos y que deben solucionarlos y aprender de ellos por sí mismas. Si realmente es necesaria tu ayuda, lo sabrás porque ayudar te producirá mucha alegría y liberación, en lugar de sentirlo como una carga. Debes dejar libres a los demás para vivir sus experiencias, y confiar en que son capaces de vivir su propia vida.

Aprende a ver también que puede que otras personas te quieran aunque no hagan por ti todo lo que te gustaría, pues cada uno expresa el amor a su manera. Simplemente expresa tus necesidades, y llegará el día en el que recibas sin esfuerzo lo que deseas, porque serás tú quien te quieras.

Descubre las creencias que te hacen ocuparte de otros y de su felicidad, cuando realmente no puedes o no quieres hacerlo.

2. INVESTIGACIÓN:

Viaja con tu mente al momento en que apareció el síntoma, ayúdate de las preguntas generales (p. 73) y añade las siguientes:

  • ¿En qué situaciones te estás responsabilizando de la felicidad de alguien, desde que apareció el dolor de espalda?
  • ¿A qué persona crees que debes ayudar o salvar porque crees que no puede avanzar por sí misma, o porque crees que, si no lo haces, no vas a recibir amor?
  • ¿En qué situaciones de tu vida esperas mucho de los demás, pero te cuesta decir que no a esas mismas personas cuando te piden algo?
  • ¿En qué situaciones no pides lo que necesitas, y te sientes frustrad@ porque esperas recibir cuando das y no recibes?

3. CREENCIAS (erróneas):

Busca las creencias limitantes (normalmente inconscientes) con las que más te identificas, o encuentra en ti algunas similares:

  • “Debo ayudar a aquellos a los que quiero y que creo que lo necesitan, aunque no tenga energía suficiente ni ganas, o seré una mala persona”.
  • “Si veo con más perspectiva que los demás, tengo la obligación de ayudarles a solucionar sus problemas”.
  • “Creo que esa persona a la que aprecio no puede solucionar por sí misma sus problemas, tengo que ayudarla yo o no podrá estar bien”.
  • “Siento que tengo más capacidad que otros para dar cariño y comprensión o para cuidar de alguien, y prefiero hacerlo yo todo, aunque no sea lo que más me gustaría en este momento”.
  • “Yo debo ayudarte, tú no puedes por ti mismo”.
  • “No debo pedir lo que necesito, los demás deberían entender mis necesidades y darme amor cuando yo les doy algo”.

4. MENSAJES:

Para cambiar tus creencias puedes usar las siguientes afirmaciones, y te invito a crear las tuyas usando el método general (p. 82):

  • “Me permito hacer por los demás solo aquello que me apetece hacer con alegría y placer”.
  • “Dejo libre a _____ (mi madre, mi pareja, etc.) para que viva sus propias experiencias y aprenda de ellas, como yo he aprendido de las mías, y disfruto de la vida”.
  • “Doy servicio con mi intención amorosa, simplemente por ser”.
  • “Cada persona es creadora de su vida, y es capaz de solucionar sus problemas con la ayuda que le ofrece la vida y el Creador”.
  • “Me libero de mis obligaciones y hago solo lo que me hace sentir bien”.
  • “Soy dign@ de amor siempre, aunque no haga nada por nadie; solo por existir me merezco alegría y amor”.
  • “Hago con amor solo aquello que realmente deseo hacer para ayudar a los demás, y me aprecio por ello”.
  • “Me permito pedir aquello que necesito para sentirme querid@”.
  • “Elijo aceptar que los demás me quieren a su manera, aunque no puedan o no sepan darme todo lo que yo necesito”.
  • “Cuando necesito que hagan algo por mí para sentirme querid@, lo pido, y lo recibo con amor”.
  • “No hay nada que tenga que hacer, soy dign@ de amor solo por Ser”.

5. ACCIONES:

  • Repite los mensajes de tu cuerpo todos los días.
  • Antes de hacer algo por alguien, acostúmbrate a preguntarte si realmente te apetece, y si disfrutarías haciéndolo. Si no es así, permítete decir “no” a lo que te pidan, y evita ofrecerlo solo porque sueles hacerlo o “parece correcto”. Si realmente te apetece, di que sí y hazlo con gusto, y verás que tu espalda permanece relajada y saludable.
  • Practica el pedir lo que necesitas para sentirte querid@, y acostúmbrate a aceptar que te digan que no, con amor y aceptación. Verás que, si te permites pedir, recibirás más de lo que imaginabas.
  • Investiga más posibles mensajes y… ¡ámate!

Espero que te sirva en tu camino, si quieres conocer más mensajes tienes enlaces al libro en esta misma página. Puedes dejar tus comentarios más abajo también.

¡Un abrazo!

Manuel Requena

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