Con Amor.
Todo lo que da sentido a nuestra vida viene con amor.
Y a veces, todo lo que permite que el amor se manifieste es la ausencia de ese mismo amor.
¿Cómo saber quiénes somos, quiénes elegimos ser en cada momento?
Tal vez elegimos por aquellas relaciones, aquellos comportamientos, aquellas acciones que nos hacen sentir que estamos expresando nuestro amor, nuestra verdad, nuestra alegría.
Lo verdadero a veces viene pintado de colores vivos, en donde sentimos que nuestra pasión está saliendo a la luz, que nuestra alma asoma, y que lo que transmitimos vibra con nuestro color único.
Sin embargo, a veces para saber lo que es nuestra verdad, tenemos que experimentar lo que no es, aunque en ocasiones nos confunda la ilusión, aunque a veces nos creamos que estamos en el camino de la verdad, aunque nos cueste renunciar a la promesa que ofrece lo aparentemente real.
Y la vida puede mostrar señales confusas, apariencias de verdad, disfrazadas de ilusión, pues está diseñada en este momento de la existencia del ser humano para confundir y crear catalizadores de experiencia y de aprendizaje en el amor.
Lo real es lo que sientes como tuyo, como algo que era necesario, aunque no entiendas por qué, sólo porque te llena de alegría, porque sabes que va a salir bien.
Y cuando dudas, la vida te pone delante las pruebas necesarias, una y otra vez, para que puedas ver con claridad dónde se encuentra tu verdad, dónde se encuentra la verdad de lo que eres.
Yo muchas veces tengo momentos de duda, y momentos en los que no sé por qué siento lo que siento, o por qué hago lo que hago. A veces me muestro como soy, y a veces me muestro con una máscara, que a veces reconozco, y otras no.
A veces no sé cuál es mi verdad, y no sé quién soy. A veces sólo observo la vida, trato de entender las cosas que me suceden, y pongo mi mejor intención, confiando en que todo sucede por una buena razón, aunque lo que me rodea aparentemente sea confusión.
Y sólo cuando pasa el tiempo, y mi mente encuentra una forma de encajar las piezas del puzle, consigo ver el sentido oculto detrás de lo que no veía.
Y si estás en el camino de la búsqueda de la verdad, a veces creerás que has visto algo con claridad, y al cabo de un tiempo descubres que no era exactamente así, que había aún una visión mayor, y que a tu alrededor las personas que te quieren te la estaban mostrando, de muchas formas diferentes.
Y en ese momento despiertas. Ves. Sientes. Sabes cuál es tu verdad. Y en la verdad hay amor.
Y tal vez al cabo de un tiempo la visión vuelva a cambiar, a mejorar, a dibujarse de nuevo, más amplia y clara aún que antes.
Pero así es el proceso de evolución del alma. Cambiante, revelador, a veces confuso, a veces perturbador, pero refrescante y vivo.
Y me gusta recordar cuando lo olvido que la vida es siempre un nuevo comienzo.
Que todo tiene un profundo sentido, y que vivir es crear, empezar, sentir, experimentar, transformarse, crecer, destruirse, morir, y renacer.
Sigue tu verdad, y descubre aquello que te hace sentir que expresas el amor de tu alma, y que vives la vida que realmente mereces.
Que tu vida renazca a cada instante, y que puedas sentir el amor que siempre te acompaña, pues así es. Siempre.
Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.
Un afectuoso saludo,
Manuel Requena