El comienzo de todo es un pensamiento.
El Creador es un ser consciente de sí mismo, que con su pensamiento, que es Amor en estado puro, crea un universo entero de experiencia.
Y, ¿qué es la experiencia?
Si pones un escenario de juegos que es una pista con forma cuadrada, y tú eres un electrón que se puede mover por esos cuatro lados, tu experiencia es el movimiento por esa pista, en todas las direcciones posibles, a la velocidad que desees, o incluso la ausencia de movimiento sería una experiencia.
El ser humano tiene mucha más libertad de movimiento dentro de esta ilusión que conocemos como la tercera densidad de evolución, y sin embargo, la elección que debe hacer en cada momento es muy simple: tener miedo, o tener fe. Controlar, o confiar.
La tercera opción es no elegir, y sólo vivir, sin amar ni ser amado, sin usar el amor del Creador para ti, ni para otros. Y el resultado de esa elección en este planeta es, simplemente, repetir otra experiencia completa de al menos 26.000 años en tercera densidad de nuevo. En otro lugar, un nuevo juego, similares opciones.
Y en este viaje, todo es correcto, todo es amado, todo está bien. Porque todo es experiencia, y cada fracción del Creador está a cada momento conociéndose a sí misma, a través de sus decisiones.
Y no es mejor llegar antes que después, como no es mejor ser universitario que parvulario, pues cada momento tiene sus alegrías y sus retos, y cada experiencia se atesora con amor, si se tiene el corazón abierto.
Que tu corazón pueda abrirse al Amor que creó todo lo que existe, para poder vibrar en él y re-crear un cielo en la Tierra.
Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.
Un afectuoso saludo,
Manuel Requena