El día y la noche. La luz y la sombra. ¿Existen en nosotros? ¿Qué somos? ¿Qué es la vida?
La luz es brillante y clara, pero al mismo tiempo proyecta sombras intensas cuanto más clara es. ¿Qué sombras proyecta nuestra luz en nosotros?
En un mundo de luces y sombras, a veces parece difícil distinguir la realidad detrás de las apariencias, pues todo parece real ante los ojos, y en realidad, nada de lo que vemos es real.
A veces creemos en el bien y el mal, y nos creemos buenos y malos, juzgando a los otros como tales también.
Esa reacción emocional que vemos en el otro no es por nosotros, sino por la imagen que le mostramos. Y nuestra reacción emocional no es por el otro, sino por lo que nos refleja de nuestro interior.
Cada paso que damos en ampliar nuestra percepción de nosotros y del mundo que nos rodea como un todo interconectado, nos acerca a la verdad que hay detrás de las apariencias. Pero esa verdad es muy personal, es única, e irrepetible para cada persona o ser de este universo.
Sin embargo, siendo todos peregrinos del camino del alma, podemos compartir nuestras visiones al calor de una hoguera, y crecer juntos aportándonos algo de luz.
A veces la vida está llena de claridad y luz, y otras veces no hay respuestas, sólo oscuridad.
Y en la oscuridad, sólo podemos elegir confiar, si queremos creer que todo tiene un sentido, y que todo sucede por algo.
Porque a veces, cuando escuchamos el corazón, las respuestas son claras y contundentes. Y otras, cuando las respuestas no son tan claras, sólo podemos aceptar que elegimos con la mejor de nuestra sabiduría en ese momento, y confiar en que algún día aprenderemos esa lección que nos falta.
Yo, como todas las personas que conozco, he tenido que elegir muchas veces. Unas con más sabiduría, y otras con menos. Muchas he creído que elegía lo “correcto”, y luego he descubierto con los años que no fue tan correcto para mi evolución, pero que era necesario equivocarme, porque no sabía hacerlo mejor. Está en nuestras manos aprender de los errores.
Pero cada persona forja su destino, y elige sus cualidades, sus valores, sus formas de expresar o no expresar el amor.
Y no es sino con la práctica persistente y perseverante, que se sacan de la mina del corazón las gemas más preciosas del amor, muchas veces con gran trabajo y sufrimiento.
Porque aquí, en la densidad de la elección que los humanos transitamos en esta época, sólo la atención al corazón puede llevarnos a dar el salto de conciencia que tanto anhela nuestra alma.
Y deseo que entre la luz y la oscuridad, entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto, siempre puedas abrir los ojos al amor que hay en todo, al amor que hay en ti, y ser auténtico en el amor.
Porque siendo un ser auténtico puedes conquistar las pruebas más difíciles de la vida, y caminar entre los opuestos con la cabeza bien alta y el corazón abierto.
Un afectuoso saludo,
Manuel Requena
Gracias Manuel, un texto precioso!
Abrazos de luz!
Gracias Manuel por tu mensaje sobre la autenticidad en nuestras vidas: ¡cuán a menudo nos desviamos del
camino de la verdad, y qué necesario es el pastor con su callado!