Mi bebe

 

Nunca pensé que la vida pudiera ser tan igual y tan diferente al mismo tiempo.

Hace un mes y unos días he sido padre de un niño precioso, Rubén Alejandro, junto a una mujer maravillosa, Raquel. Ahora puedo decir que estoy con mi familia, la mía, la que he creado yo con mis decisiones y con mi amor. Con toda gratitud para el resto de mi familia terrenal y espiritual.

Y es curioso, porque por un lado la vida ha cambiado, la vida ahora es diferente, con llantos, con besos, con pañales, con babas, con amor.

Pero por otro lado es igual, con retos, con abrazos, con servicio que dar, con filosofía, con sonrisas, con discusiones, con amor.

Sí, lo que veo detrás de todo, porque he elegido verlo así, es el amor.

Para algunos seré ingenuo, y para otros un santo, pero no soy nada de eso, y al mismo tiempo soy todo eso y más.

Para mí la vida es una elección, la elección de ver tu vida como una serie caótica de coincidencias, donde todo escapa a tu control una y otra vez, o ver tu vida como una serie de sincrónicas coincidencias amorosas, donde un plan magistralmente diseñado te lleva a aprender aquellas lecciones que tu alma se propuso para conocer más sobre sí misma.

Y una vez hecha mi elección de confiar, lo único que veo en cada momento son oportunidades de aprender, oportunidades de crecer, de perdonar, de amar, de ser compasivo, de tener paciencia, de abrir el corazón.

Veo cómo mi cuerpo me da mensajes que me llevan a quererme y a recuperar el camino de mi alma. Veo cómo personas que necesitan respuestas encuentran en mis pequeños conocimientos y experiencias una luz con la que alumbrar su propio camino, y doy gracias por poder servir haciendo lo que me gusta.

Ahora tengo nuevas y frescas oportunidades de amar, y nuevos retos, que vienen acompañados de muchísimo placer y cariño, por los que doy gracias cada día, siempre que me acuerdo.

La vida es igual ahora que antes, y al mismo tiempo, es tan diferente.

Espero que puedas ver, en cada cambio en tu vida, el amor que está detrás de todo.

Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.

Un afectuoso saludo,

Manuel Requena

 

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