paisaje

 

Muchas veces parece no haber respuestas a tus preguntas, ¿verdad?

Todos hemos vivido la situación en que no sabemos cómo avanzar en nuestra vida, ni cuál es el siguiente paso a dar para llegar a aquello que deseamos manifestar en nuestra vida.

Y no siempre parece haber respuestas, porque estamos viviendo en un mundo de confusión y de ilusiones, donde nada es lo que parece ser.

Esa carretera, esa flor, ese paisaje precioso, esa roca oscura, ese coche que se mueve. Todo ello son elementos de una muy tangible, pero irreal ilusión.

El otro día al atardecer estaba paseando por el parque, que es algo que me gusta mucho, pues me ayuda a ponerme a tierra, y serenarme en el silencio de la meditación, cuando me paré sobre un montículo de césped, y me puse a contemplar al sol. Directamente.

Sé que existen técnicas para hacerlo, como el sungazing y otras muchas, pero no lo hice así.

Simplemente, decidí que mi ser era capaz de recibir una cierta cantidad de amor y luz del Creador, y decidí recibirla.

Cuando miras al sol, a unos 30º de su puesta, todavía es bastante brillante. Normalmente, y sin hacer ningún cambio o preparación interior, cuando me siento pequeño y perdido, no puedo mirar al sol ni siquiera tan bajo, sin que se me pongan los ojos a llorar y deba apartar la vista con dolor.

Sin embargo, tanto ésta como otras veces, he podido mirarlo directamente mediante un cambio en mi estado interior, en el que me he sentido digno de recibir luz. Me pongo en estado de presencia, de meditación, y permito que la luz fluya por todo mi cuerpo, conectándome con el cielo y la tierra. Y he podido contemplar fijamente su luz durante unos 2 minutos, sin quedarme daño alguno en la vista, salvo un leve halo de color entre violeta y amarillo, que ha ido desapareciendo en pocos minutos.

Y ¿por qué te cuento esto?

Porque muchas veces hemos elegido creer lo que nos han dicho. Muchas veces hemos elegido creer a aquéllos que nos dicen que no podemos hacer esto o aquello, que nos vamos a pegar una hostia, que vamos a sufrir, que vamos a herirnos.

Y no es siempre así. Tú puedes elegir qué verdad quieres creer. Tú puedes elegir ser un valiente explorador y hacer las cosas de forma diferente. Pues detrás de lo que ves está la verdad, y lo que ves, lo que crees y lo que te han dicho, es sólo una ilusión.

Y sólo tú eres real. Y al mismo tiempo todos somos uno, por lo que ni siquiera tú eres diferente a los demás.

Y todas las respuestas están dentro de ti, esperando a que pongas tu mente en silencio para que vengan.

Así que disfruta del momento, y sé real, sé un ser auténtico, nuevo, impredecible, cósmico.

Porque cuando descubres que puedes cambiar las cosas, te conviertes en el maestro y director de tu propia vida.

Un afectuoso saludo,

Manuel Requena

 

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